En un estado normal, las personas no sentimos los latidos del corazón y tenemos entre 60 y 100 latidos por minuto. Pero cuando hay un cambio en el ritmo cardíaco, se dice que hay una arritmia. Algunos adultos pueden sufrir arritmias cortas en algunas ocasiones durante su vida sin que esto represente ningún problema grave a la salud, pero cuando duran varios minutos u horas, pueden reducir la cantidad de oxígeno que el corazón bombea al resto del cuerpo.
El bombeo de sangre se realiza gracias a un impulso eléctrico que hace que el corazón se contraiga de manera ordenada y con una frecuencia específica para asegurar el bienestar de todos los órganos, pero cuando hay una falla en el sistema eléctrico puede provocar que haya señales adicionales, que haya un bloqueo en la señal o que haya un cambio de la señal eléctrica en distintas partes del corazón.
Los síntomas comunes de la arritmia cardíaca son:
Palpitaciones: Se siente el palpitar del corazón, no significa que haya taquicardia y tampoco siempre indican alguna enfermedad.
Síncope: Pérdida de la conciencia de forma brusca con recuperación espontánea en pocos minutos.
Paro cardíaco: Pérdida de la conciencia grave sin recuperación de la persona. Se necesita trabajo de reanimación para evitar el fallecimiento del paciente.
Para evitar la arritmia cardíaca, se debe evitar el consumo de cigarrillo, bajar el nivel de estrés, no abusar del té ni del café, hacer ejercicio físico regularmente, no consumir grasas ni alimentos altos en azúcares. Si se ha tenido ataques al corazón, alguna cardiopatía congénita o insuficiencia cardíaca, es importante que estos síntomas sean comunicados al médico tratante.