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La diabetes: datos generales

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina, una hormona que regula el azúcar en la sangre, o cuando el organismo no la utiliza eficazmente. Cuando funciona normalmente, la insulina permite transportar la glucosa a través de la sangre hacia los músculos, grasa o células del hígado para que se almacene como energía. Sin el funcionamiento correcto de la insulina, el azúcar se queda en la sangre y con el tiempo esto provoca daños severos a diferentes órganos del cuerpo como ojos, corazón, riñón y al sistema nervioso.

Existen dos grandes tipos de diabetes que varían en causa y factores de riesgo:

Tipo 1: Conocida como insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina ya que las células del páncreas dejan de funcionar y requiere la administración diaria de esta hormona. No se conoce cuál es su causa con certeza, pero se desarrolla en un periodo corto y las personas pueden estar muy enfermas cuando son diagnosticadas.

Tipo 2: Es la más común, también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta. Muchas personas la tienen y no lo saben ya que demora en presentar algún síntoma. Se debe a una utilización ineficaz de la insulina y la resistencia del cuerpo a la misma.

Adicionalmente, está la diabetes gestacional que se caracteriza por el aumento del azúcar en la sangre durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes. No necesariamente una persona que tuvo este tipo de diabetes, la va a sufrir después del parto.

Los signos y síntomas más comunes de la diabetes son:

  • Sed excesiva
  • Orinar frecuentemente
  • Hambre excesiva
  • Pérdida de peso
  • Fatiga
  • Cambios de la visión
  • Heridas que no sanan o que se demoran en sanar e indoloras
  • Rasquiña o comezón persistente en la piel

Una persona que no se cuida al tener diabetes, está en riesgo de desarrollar ceguera, úlceras en la piel del pie o pierna que no sanan y resultan en amputación, daño en los nervios causando mucho dolor o pérdida de la sensibilidad, insuficiencia renal, ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

La diabetes tipo 1 no tiene prevención conocida al momento. Para ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y sus complicaciones, la OMS sugiere:

  • Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
  • Mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana; para controlar el peso puede ser necesaria una actividad más intensa.
  • Evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
  • Consumir una dieta saludable.

Lo más importante para una persona con diabetes es una alimentación sana que contribuya a mantener el azúcar de la sangre en un nivel adecuado. Un nutricionista será el especialista más adecuado para conseguir que los objetivos se logren a largo plazo.

La alimentación saludable para personas con diabetes incluye:

  • Alimentos que contengan alto nivel de fibra como: quinua, cebada, arroz integral, avena o amaranto y granos enteros.
  • Frutas frescas, congeladas, enlatadas sin azúcar o frutos secos, de preferencia en el desayuno, como la guayaba, la mora, los Kiwis, las manzanas, los cítricos. Beber jugos 100% de frutas sin edulcorantes ni jarabes agregados.
  • Verduras frescas o congeladas sin salsas, grasas o sal agregadas. Considerar el consumo de cebolla, tomate, ajo, jengibre, rábano, espinacas, brócoli, acelga, pimientos, entre otros vegetales.
  • Alimentos con proteínas y ricos en grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas como pescado, pollo o pavo, nueces, semillas, aceites vegetales.
  • Alimentos bajos en colesterol, sodio y grasa saturada.
  • Porciones pequeñas a lo largo del día
  • Agua

No se recomienda consumir o excederse en los siguientes alimentos:

  • Alimentos con altos contenidos de azúcar, sal y grasa saturada (hamburguesas, alimentos fritos, tocino y mantequilla).
  • Alimentos procesados con azúcar blanca, harina blanca, comida chatarra o alimentos envasados como las papas fritas.
  • Alcohol
  • Si decide hacerlo, trate de compartirlo con otras personas.

Debemos recordar que la diabetes no se puede curar, pero sí controlar, manteniendo los niveles de azúcar en la sangre dentro de los niveles normales. La diabetes tipo 1 se controla administrando insulina en cantidades y horarios determinados por el médico. La diabetes tipo 2 se trata con dieta, ejercicio y en algunos casos con la administración de insulina en el cuerpo si es que el médico así lo recomienda. En caso que la medición de los niveles de glucosa en sangre sea extremadamente alta debe acudir en compañía de un familiar o amigo a una sala de emergencia, porque puede presentar coma diabético y fallecer. Si luego de administrarse la medicación se presenta mareo, decaimiento, sueño excesivo, se debe comunicar de inmediato a un familiar o amigo, para que sea atendido porque está sufriendo un evento de hipoglucemia (baja excesiva de glucosa en sangre).

Cifras: por la OMS

  • Se calcula que en 2014 la prevalencia mundial de la diabetes* fue del 9% entre los adultos mayores de 18 años.
  • Se calcula que en 2012 fallecieron 1,5 millones de personas como consecuencia directa de la diabetes.
  • Más del 80% de las muertes por diabetes se registra en países de ingresos bajos y medios.
  • En los pacientes con diabetes el riesgo de muerte es al menos 2 veces mayor que en las personas sin diabetes.

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