Según la Asociación Americana del Corazón, 1 de cada 5 personas mayores de 40 años tienen probabilidad de sufrir insuficiencia cardíaca. Esta afección implica que el corazón ha dejado de tener la capacidad de bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma eficiente y como consecuencia, se presentan distintos síntomas en otras partes del cuerpo. Es una enfermedad que puede ser crónica y se demora en presentarse o algunos casos puede ser repentina, dependiendo de qué sea lo que la cause.
La insuficiencia cardíaca puede no presentar síntomas durante mucho tiempo, pero sus primeros signos son:
- Cansancio y fatiga muscular por esfuerzos que antes no lo causaban.
- Respiración ahogada que no le permite a la persona estar acostado.
- Falta de apetito y llenura.
- Tos seca y persistente.
- Mareo, confusión, pérdida de conciencia.
- Retención de líquidos e hinchazón en piernas, tobillos o abdomen.
- Palpitaciones.
- Necesidad de orinar durante la noche.
La insuficiencia cardíaca provoca que la sangre se acumule en las venas, se acumule líquido en el cuerpo y en los pulmones causando un edema. Las causas más comunes que tienen como consecuencia esta condición son ataques al corazón, defectos cardíacos de nacimiento, presión arterial alta, enfermedad de las válvulas cardíacas, enfermedades del músculo cardíaco, arritmia, sobrepeso, diabetes, problemas de tiroides, abuso de drogas o alcohol y algunos tipos de quimioterapia.
Una persona que sufre de insuficiencia cardíaca debe hacer cambios en su estilo de vida para no poner en riesgo su salud. Es importante que se deje de fumar inmediatamente, disminuir la ingesta de alcohol, controlar el peso todos los días para estar alerta en caso de retención de líquidos, se debe mantener la actividad física, pero siempre bajo supervisión médica. Además, si hay exceso de peso, es primordial llegar al peso recomendado de acuerdo a la edad y estatura, descansar cuando haga falta y bajar los niveles de colesterol o grasa en la sangre. El consumo de sal debe ser limitado y los controles con el médico especialista debe ser frecuente.