El VIH es un virus que ha causado muchas víctimas mortales en el mundo y es especialmente preocupante en pasíses de ingresos bajos o medianos. Este virus, ataca directamente al sistema inmunitario, es decir, todo lo que usa el cuerpo para defenderse de enfermedades y lo va debilitando hasta convertirse en SIDA. Hasta el día de hoy, no se ha descubierto la cura para esta enfermedad y una vez que se contrae, el virus nunca deja el cuerpo. Actualmente, hay 36 millones de personas en el mundo infectadas por el VIH.
Muy a menudo, las personas que contraen VIH al principio se ven bien y se sienten saludables, ya que el cuerpo en un inicio trata de defenderse y puede tardar años, incluso décadas hasta que la persona muestre síntomas. Si el virus no es detectado a tiempo y la persona no recibe tratamiento, la enfermedad puede avanzar hasta contraer SIDA y tener un sistema de defensas deteriorado que hará que contraiga cualquier tipo de infección o virus que las personas con un sistema inmunitario saludable no contraen normalmente. Las personas que tienen la enfermedad, también tienen una alta probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer como linfomas o cáncer de piel.
Los síntomas pueden parecerse a los de otras enfermedades y confundir a los médicos:
- Ganglios inflamados.
- Diarrea.
- Fiebre.
- Tos.
- Falta de aire.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Dolor de cabeza.
- Sudoración nocturna.
- Úlceras bucales.
- Infecciones vaginales.
Es importante que se conozca las formas de contagio de esta enfermedad para evitar estos factores de riesgo y la discriminación hacia personas que la sufren:
- Sexo oral, vaginal o anal sin protección.
- Compartir agujas con personas que están infectadas.
- Contacto directo con sangre contaminada.
Se recomienda, por estas razones, que se tenga una vida sexual saludable, con menor número de parejas, evitando las relaciones sexuales con prostitutas y no usar drogas ilícitas que sean inyectables.
Los bebés pueden adquirir el VIH a través de sus madres en el vientre materno o a través de la lactancia, pero existe un tratamiento que el médico puede recomendar para prevenir el SIDA en los bebés y mejorar el estado del sistema inmunitario. Si una mujer piensa en tener hijos es probable que el médico pueda pedir exámenes de VIH para cuidar las salud del bebé a tiempo.
El virus del VIH no puede vivir fuera del cuerpo humano por mucho tiempo, por lo que no se puede contagiar por el contacto casual con alguien infectado, por abrazarlo, por compartir un baño o compartir alimentos.
Es de suma importancia que el diagnóstico del VIH se haga lo antes posible para que con tratamiento, se pueda lograr fortalecer al sistema de defensas del cuerpo y mantenerlo saludable por muchos años. Una persona que lo ha contraído, tendrá que hacerse seguimiento a través de exámenes de sangre principalmente, para monitorear su estado de salud y prevenir el avance de la enfermedad hacia el SIDA.
A través de los años, se han perfeccionado las medicinas para lograr que el VIH no provoque tantas muertes y actualmente, las personas pueden tener una buena calidad de vida mientras tengan un tratamiento constante, pero eso no quiere decir que dejan de contagiar a otras personas, esto lo harán por el resto de su vida.