El sistema inmunológico es afectado por nuestros hábitos alimenticios, de sueño o de trabajo y nos hace más propensos a enfermedades. Por otro lado, la exposición continua a virus, bacterias, hongos y a la contaminación en el ambiente, también pueden perjudicar nuestra salud.
Hay algunas señales que nos indican que nuestro sistema de defensas no está funcionando bien, como cuando estamos cansados todo el tiempo, brotes continuos de herpes en los labios, cabello quebradizo, dolor muscular sin causa o cuando hay heridas que no cicatrizan.
¿Qué se recomienda hacer en estos casos? La alimentación adecuada juega un papel muy importante. El exceso de comida o una dieta restrictiva y escasa, ponen en riesgo la salud. Ten en cuenta los siguientes consejos:
- Consumir vitamina C, presente en kiwis, cítricos, tomate, melón y col.
- La Vitamina A permite mantener las barreras naturales contra las infecciones (mucosas). Se encuentra en el hígado, lácteos, huevos, cerezas y melón.
- La ingesta de vitamina E, presente en vegetales de hoja verde y en el aceite de oliva, también aumentan la respuesta inmunológica.
- Incluir yogur o suplementos que contengan probióticos. Estos permiten balancear la flora bacteriana normal del intestino, lo que contribuye a fortalecer el sistema inmunitario.
- Hacer actividad física regularmente, pero no excederse.
- Dormir de 6 a 8 horas todos los días para que el cuerpo pueda reponerse por completo.
Adicionalmente, es recomendable hacerse chequeos médicos para prevenir cualquier enfermedad o tener un diagnóstico temprano que pueda salvar vidas.