Las mujeres en diferentes etapas de sus vidas, pueden llegar a sentir picazón o ardor en su zona íntima y aunque es muy común, puede ser difícil hablar de esta molestia. Estas sensaciones son muy incómodas y en ciertos casos son fáciles de curar, pero en otros pueden ser los primeros síntomas de alguna infección o molestia más grave.
Las infecciones vaginales son la causa más común de estas molestias, afectando a la vulva, vagina, cuello de útero o endometrio. La candidiasis o la vaginosis bacteriana son las culpables más frecuentes, se presentan por un desbalance de la flora bacteriana propia de la vagina. Los hongos, se reproducen fácilmente en lugares húmedos y oscuros, por lo que se debe mantener lo más fresca posible el área. También puede ocurrir una infección llamada vestibulitis vulvulare que produce una inflamación crónica en la parte exterior de los genitales. Estas no aparecen por transmisión sexual y a menudo se pueden curar con medicamentos de venta libre en la farmacia. Pero es importante que visites al médico para conocer la causa de estos síntomas y no te automediques ya que puede ser algo más grave.
La clamidia, el herpes, gonorrea, piojos o tricomoniasis son enfermedades de transmisión sexual que también pueden tener como primeros síntomas el ardor y picazón en la zona íntima.
Otras causas son la cistitis, o infección a las vías urinarias, que provocan un ardor o picazón que se incrementa después de orinar. La sequedad vaginal causada por la menopausia o diabetes, el uso de elementos de higiene íntima muy fuertes que provocan el desbalance de la zona íntima. El uso de tampones de mucha absorción cuando se tiene poco flujo menstrual o mantenerlo durante muchas horas, alergia al material de la ropa interior sintético.
La mejor forma de prevención del picor o ardor en la zona íntima es en general poner atención al aseo de la zona íntima. En las niñas, debemos explicar que se deben limpiar de adelante hacia atrás para no contaminar el área con heces. No se debe usar un jabón muy fuerte para limpiar el área, solamente agua tibia, no usar duchas vaginales, usar ropa interior de algodón, evitar usar pantalones muy apretados, no permanecer con ropa mojada durante mucho tiempo, hacer más frecuente el cambio de tampones o toallas higiénicas y no tomar antibióticos por más tiempo del prescrito por el médico.