Las enfermedades causadas por parásitos como piojos, tenia o lombrices intestinales, son conocidas como parasitosis. Se calcula que la tercera parte de la población mundial tiene parásitos intestinales contraídos por el consumo de alimentos contaminados.
La amebiasis es una infección intestinal causada por un parásito que vive en el intestino grueso sin causarle daño a este órgano. Puede también invadir el colon provocando diarrea crónica. En casos más graves, puede llegar a los pulmones, cerebro y otros órganos. Esta infección es muy común en áreas tropicales, en condiciones de hacinamiento y falta de salubridad.
La amebiasis se contagia a través de la ingesta de alimentos contaminados con heces y puede diseminarse de persona a persona cuando hay contacto con la boca o con el recto. La ameba entra en forma de quiste y pueden sobrevivir hasta 8 días en las haces a temperaturas de 20º y 40º y durante un mes a temperaturas de 6ºC. Son muy resistentes y sobreviven a los jugos gástricos y al cloro.
Una de cada 10 personas que tiene amebas presenta síntomas hasta 3 días después de haberlas ingerido. La diarrea con mucha mucosidad, sangre y muy líquidas pueden ser la primera manifestación. Están acompañadas de dolor abdominal intenso, fiebre, fatiga, flatulencia excesiva y pérdida de peso; después de una semana, es común que los síntomas desaparezcan.
En casos agudos, hay periodos de diarrea seguidos de periodos de estreñimiento y puede haber complicaciones como una perforación intestinal, úlceras perianales, o problemas en el hígado.
Para hacer el diagnóstico de la amebiasis se requiere una muestra de heces en el laboratorio y un examen de sangre. Siempre que exista diarrea que no mejora con el paso de las horas, es importante consultar con el médico por que puede estar causada por parásitos.
La mejor prevención es la limpieza y salubridad de los alimentos. Si vas a viajar es importante que siempre tomes agua embotellada o hervida y lavar muy bien las frutas y verduras. Lavarse las manos antes de comer o manipular alimentos debe ser una costumbre que se establezca en todos los miembros de la familia para asegurar la higiene. Se debe evitar el contacto sexual anal con una persona infectada, evitar comer en sitios callejeros donde no se vea muy limpio y las personas cercanas a alguien infectado deben someterse a análisis ya que pueden haber contraído el parásito también.
La desparasitación semestral para todos los miembros de la familia es muy recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Se puede realizar en niños desde los 2 años de edad en adelante, de manera que se prevenga anemia, problemas de crecimiento y desarrollo cognitivo, malnutrición y falta de atención.