Nadie quiere hablar sobre las hemorroides, pero es un mal que aqueja a muchas personas. Se cree que el 50% de personas mayores de 30 años pueden verse afectadas por la enfermedad hemorroidal en algún momento de la vida; es muy común durante el embarazo o como consecuencia del estreñimiento. Las hemorroides son pequeñas venas que se encuentran en el canal anal de todas las personas, que cuando se dilatan excesivamente provocan varicosidades y con esto mucho dolor y hasta sangrado.
Existen 4 grados de hemorroides que se clasifican de acuerdo al grado de inflamación:
Grado I: Las hemorroides aumentan ligeramente de tamaño pero no son visibles desde afuera. No presentan síntomas, pero se pueden ver a través de una cámara introducida en el ano.
Grado II: Aparecen fuera del ano en el momento de pujar o de aumentar la presión, pero después se introducen por sí solas.
Grado III: Las hemorroides salen del ano después de la defecación y no vuelven a introducirse, esto es conocido como prolapso, un especialista podría introducirlas nuevamente con una técnica manual.
Grado IV: Las hemorroides son expulsadas completamente fuera del ano y no se pueden introducir nuevamente de ninguna manera. Pueden provocar también un prolapso anal en el que la mucosa sobresale.
Hay algunos factores o causas que inciden en la inflamación de las hemorroides, entre ellas el estreñimiento al provocar mucha presión en la zona anal, mantenerse sentado por mucho tiempo todos los días, en el embarazo debido al aumento de la presión en las venas hemorroidales, por el sobrepeso o una dieta baja en fibra. La cirrosis hepática puede aumentar el riesgo de enfermedad hemorroidal.
Las hemorroides leves, no tienen síntomas, pero cuando aparece la enfermedad hemorroidal, los síntomas incluyen:
- Presencia de sangre muy roja en las heces.
- Picazón en la zona anal.
- Dolor mientras se está sentado.
- Dolor durante la defecación.
- Presencia de protuberancias o nódulos cerca del ano que sean dolorosos.
- Mayor estreñimiento ya que el dolor impedirá a la persona el esfuerzo de pujar.
Los tratamientos para las hemorroides pueden ser distintos dependiendo del grado de inflamación que presenten. Se pueden aplicar desde pomadas, hasta baños de asiento para aliviar la picazón. Si es un caso muy avanzado, el especialista puede recomendar otros tratamientos e incluso la cirugía. Por eso, lo más importante es tratar de prevenirlas cuidando que la alimentación tenga suficiente fibra, teniendo una rutina de evacuación constante y tomar acción en caso de que esta empiece a fallar, hacer ejercicio frecuentemente, evitar pasar más de dos horas sentado sin hacer alguna pausa para caminar o estirarse; usar pañitos húmedos para limpiarse en lugar de papel higiénico común y peor si tiene alguna fragancia. Si tienes molestias de este tipo, no las escondas. Consulta con un médico especialista a tiempo para evitar que la enfermedad sea más grave, no debes tener vergüenza.