Se trata de una infección producida por alguna sustancia que provoca una reacción desfavorable en la piel.
La dermatitis por contacto puede aparecer y desaparecer en cualquier momento. Además, los síntomas pueden variar a lo largo del tiempo, no siempre son los mismos.
Los alérgenos más comunes son:
- Antibióticos, cuando toma contacto con la superficie de la piel
- Los adhesivos
- Yerba o plantas
- Tintes para el cabello
- Ciertas telas y prendas de vestir
- Fragancias ( Perfumes, cosméticos, cremas humectantes y jabones que no sean aprobados dermatológicamente)
- Líquidos tipo esmalte de uñas.
- Níquel y otros metales que se pueden encontrar en joyas o cremalleras.
- Guantes o zapatos de caucho o Latex.
Los síntomas de una dermatitis comprenden la siguiente gama:
- Comezón en la mano
- Sarpullido rojo
- Inflamación en la zona afectada
- Sensibilidad en la área afectada
- Inflamación o lesión cutánea
Causas para la dermatitis de contacto alérgica:
- Factores genéticos
- Capacidad de la sustancia para penetrar la piel
- Deshidratación de la piel
- Factores ambientales y de humedad del medio ambiente
- Lesiones previas en la piel
La dermatitis de contacto alérgica también puede ser transmitida por ciertos alimentos que son tratados con químicos. Estos químicos puede producir ciertas reacciones adversas en las personas que los consumen. Alimentos como:
- Ajo
- Cebollas
- frutas cítricas
- mango
- espárrago
- brócoli
- apio
- coliflor
- lechuga
- Tomates
Existen un sinnúmero mayor de alimentos que pueden asociarse a la dermatitis. Es fundamental reconocer que alimentos tienen niquel u otros químicos que pueden provocar reacciones alérgicas. También existen ciertos alimentos que son roseados con aerosol químico para su duración y protección, pero que pueden provocar irritación cutánea.
Tratamiento:
- A veces no hacer nada el área afectada puede ser una solución. Muchas veces la irritación desaparece luego de unos días
- Lavar la zona con abundante agua para que no queden restos de la sustancia que causó el problema.
- Uso de emolientes o humectantes probados dermatológicamente
- Cremas o ungüentos bajo receta del especialista
- Compresas húmedas o lociones suavizantes pueden aliviar la inflamación
- Pastillas: se puede prescribir si el caso es grave