El cáncer no solo afecta a la persona que lo sufre, también causa un efecto en la o las personas que están encargadas de cuidarla. Generalmente, algún miembro de la familia debe dedicarse por completo al enfermo y debe tomar varios roles. No solo será quien provea los medicamentos, si no que también será el vínculo directo con los médicos y especialistas que supervisan la enfermedad, sabrá si hay alguna complicación, estará atento para ver si un tratamiento funciona y deberá entender las indicaciones de los doctores. Además es posible que se haga cargo de los trámites del seguro médico y en ciertas ocasiones hasta de los temas personales del paciente y todo esto, sin dejar de lado las responsabilidades propias. La situación puede volverse muy dolorosa y estresante para el cuidador.
Es importante que la persona encargada de los cuidados del enfermo de cáncer trate de no descuidar su propia vida, ya que mientras mejor esté, tendrá más capacidad de dar tiempo y cuidado al paciente. Primero que nada, el cuidador debe darse tiempo para sí mismo sin sentir culpa. En los momentos que sea posible pedir ayuda, se lo debe hacer. Salir a ver amigos, estar al tanto de las noticias del mundo real, hacer algo de ejercicio, le ayudará al cuidador a no dejar de lado su vida y a mantener el buen ánimo que se requiere, sobretodo si el enfermo está en un estado grave.
Adicionalmente, el cuidador debe establecer algunos límites con el enfermo para que haya una buena relación. Es decir, el cuidador, no debe asumir que el enfermo ya no puede hacer nada solo. Es importante que se discutan las cosas que el paciente prefiere hacer por su cuenta y en lo que necesita ayuda y asegurarle que mientras sea posible, toda decisión sobre su salud se tomará con su aprobación también. Por más enfermedad que exista, también se debe mantener la confianza, de manera que si hay alguna mala noticia es preferible no ocultársela al enfermo de cáncer y así se evitarán resentimientos.
Por otro lado, tal vez la persona enferma no pueda apreciar o agradecer todo lo que el cuidador hace por él y esto es algo que se debe considerar. La debilidad, cansancio o malestar le impedirá disfrutar de algunas cosas, por lo que es fundamental que el cuidador no se tome a mal la falta de reconocimiento. El cuidado del cáncer es un trabajo en equipo y el positivismo debe ser el valor más importante para propagar entre todos los involucrados.