El insomnio es un tipo de trastorno del sueño muy común. La dificultad que pueden presentar algunas personas para dormir o mantener el sueño durante toda la noche, provocan una sensación de cansancio permanente. Este, es más frecuente en hombres que en mujeres pero sobre todo afecta a adultos mayores.
La dificultad para dormir puede aparecer cuando la persona sufre mucho estrés, tiene problemas emocionales como depresión, cuando hay problemas de dinero, al viajar largas horas con cambios de horarios, cuando hay cambios de horas de trabajo o si se tiene un estilo de vida sedentario.
Existen dos tipos de insomnio; el de corta duración, que puede presentarse por un evento traumático y durar un par de semanas o el de larga duración o crónico, en el que se sufre este problema por más de un mes. Puede darse como efecto secundario de algún medicamento, estilo de vida poco saludable o en algunos casos, no tener causa clara.
Los síntomas del insomnio a los que debes poner atención:
- Dormir solo en cortos periodos.
- Dificultad para quedarse dormido.
- Estar despierto la mayor parte de la noche.
- Despertarse muy temprano.
- Sentirse como que no se hubiera dormido nada durante la noche.
Esto puede provocar graves efectos en la vida diaria como falta de energía para el trabajo, somnolencia, irritabilidad, dificultad para concentrarse y completar tareas, problemas de memoria o provocar el sueño mientras conduce y tener un accidente.
El ejercicio siempre ayuda a mejorar el hábito del sueño. Igualmente una alimentación saludable, evitando las comidas muy tarde en la noche y muy pesadas. La ingesta de cafeína y alcohol también debe ser restringida. Por otro lado, es importante tratar de acostarse siempre a la misma hora y usar el dormitorio solo para dormir. No se recomienda comer, leer o trabajar en la cama.