Las enfermedades infecciosas, ocasionadas por bacterias, deben ser tratadas con antibióticos, prescritos por un médico. Este tipo de medicación, impide la proliferación de organismos dañinos para nuestro cuerpo, sin embargo en el proceso, puede dañar o alterar nuestra flora bacteriana normal, presente en el sistema digestivo, sobre todo si se ha tomado por largo tiempo.
Algunas de las molestias que se pueden sentir luego del tratamiento pueden ser: “hinchazón” abdominal, diarrea, náuseas y dolor. Por esta razón, es importante prevenir el malestar con una buena alimentación y suplementos probióticos que permitan mantener el balance de la flora intestinal.
La ingesta de probióticos es muy recomendable para prevenir los efectos secundarios de los antibióticos, tomándolos unas horas después de los antibióticos para que estas bacterias buenas, no sean eliminadas por la medicación. Se recomienda tomar suplementos que te permitan tener a tu cuerpo la dosis adecuada de bacterias beneficiosas para evitar efectos secundarios del tratamiento con antibióticos.
Adicionalmente, puedes consumir prebióticos, que ayudan a la proliferación de bacterias buenas y están presentes en alimentos como plátanos, espárragos, zapallo o alcachofa.
Es primordial seguir las indicaciones del médico y tomar la medicación por el tiempo y en la cantidad sugerida. Se debe evitar el alcohol, el exceso de azúcar, lácteos y tomar bastante agua.