La sinusitis es una enfermedad común que muchas personas pueden padecer en algún momento de la vida ¿sabes lo que es?. Los senos paranasales son pequeños orificios llenos de aire que están ubicados en la parte frontal del cráneo, en los laterales de la nariz y en las mejillas, normalmente, el aire circula a través de ellos, pero cuando se bloquean, la respiración es difícil y producen molestias. Estos senos, se pueden inflamar por causa de una bacteria, virus o alergia. Existen dos tipos de sinusitis: aguda, producida por un resfriado o crónica que puede durar más de dos semanas.
Cuando un resfriado no mejora o empeora luego de 5 o 7 semanas, es posible que la sinusitis se presente. Los síntomas más comunes son:
- Mal aliento.
- Pérdida del olfato.
- Tos que empeora en la noche.
- Fatiga y malestar general.
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Dolor o presión detrás de los ojos.
- Sensibilidad facial.
- Congestión y secreción nasal.
- Dolor de garganta.
En el caso de la sinusitis crónica, los síntomas son los mismos pero más leves, pero puede afectar negativamente la calidad de vida de la persona que lo sufre haciéndole sentir siempre cansado. En algunos casos, esta enfermedad puede causar abscesos, meningitis, osteomielitis, infección de la piel alrededor de los ojos. Es importante visitar al médico ya que pueda dar el diagnóstico.
El exceso de moco y bloqueo de los orificios paranasales hacen que las bacterias se puedan reproducir fácilmente y producir sinusitis, pero ¿cuáles son las causas?
- Los vellos paranasales no pueden expulsar el moco por alguna afección.
- Los resfriados o alergias producen demasiado moco bloqueando los orificios.
- Un tabique desviado o los pólipos nasales pueden bloquear los senos paranasales.
- El embarazo.
- Fibrosis quística.
- Tumores en la nariz o senos.
- Rinitis alérgica.
Existen factores de riesgo que pueden hacer que la persona sea más propensa a desarrollar una sinusitis como el trabajo con niños, actividades que impliquen un cambio de altitud y presión atmosférica frecuente como volar o bucear, adenoides grandes, recibir quimioterapia o tener VIH, el tabaquismo.
La sinusitis se puede prevenir principalmente evitando los resfríos y gripes y tratándolos inmediatamente. Además, es importante tener una buena alimentación que incremente las defensas del organismo, ingiriendo muchas frutas y verduras, vacunarse contra la influenza anualmente, reducir el estrés, lavar las manos con frecuencia, evitar el humo y los ambientes contaminados, tomar mucho líquido, tomar descongestionantes cuando se tiene una enfermedad respiratoria, tratar las alergias, evitar ambientes muy secos o con polvo.