La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que presenta enrojecimiento, escamación e irritación en ciertas partes del cuerpo, viéndose como parches gruesos. Esta condición se presenta en brotes agudos y otros de remisión. No es una enfermedad grave, pero puede ser dolorosa en ciertas ocasiones. Las partes más afectadas son las zonas de piel cerca de articulaciones, cuero cabelludo, ingles y parte inferior de la espalda. La psoriasis afecta al 3% de la población mundial y se cree que es más común en hombres que en mujeres; aparece entre los 16-20 años o a partir de los 50 años.
La psoriasis no es contagiosa, puede ser un trastorno autoinmune y se cree que es hereditaria. Esta enfermedad puede provocar rechazo social por el aspecto que puede tener la piel, de manera que puede causar problemas sicológicos a la persona quien lo sufre. Lo que ocurre en este caso, es que la normal producción de nuevas células de la piel se acelera y las células muertas se acumulan en la superficie de la piel escamándose.
Los factores de riesgo que pueden desencadenar un brote de psoriasis son:
- Infecciones virales o bacterianas.
- Aire seco o piel seca.
- Lesiones como quemaduras o picaduras de insectos.
- Algunos medicamentos como el litio.
- Estrés.
- Poca exposición o demasiada exposición a la luz solar.
- Exceso de alcohol.
Las personas que sufren de enfermedades autoinmunes como el SIDA, artritis reumatoidea o que están en tratamiento de quimioterapia, pueden tener brotes severos.
¿Cuáles son los síntomas de la psoriasis? La piel enrojecida, con escamas, que forma placas en la piel, es la forma de identificar esta enfermedad más fácilmente. Además, pueden provocar dolor en articulaciones, cambio en uñas y abundante caspa. Estas placas están ubicadas comúnmente en las rodillas, codos, parte baja de la espalda, cuero cabelludo, pero en algunos casos también aparecen en la palma de las manos y en los pies.
La psoriasis tiene 5 diferentes tipos:
- Eritodermica: Afecta la mayor parte del cuerpo y tiene parches grandes y muy enrojecidos de la piel.
- En gota: Es más común en niños y se presenta generalmente por infecciones de estreptococos. Aparece con pequeñas manchas rojas o rosadas en la piel.
- Inversa: Se presenta en pliegues de la piel como axilas, zona genital, nalgas o senos. Se produce enrojecimiento e inflamación pero no aparecen escamas. Con el sudor y roce, esta condición empeora.
- En placa: Es el tipo más común, con gruesos parches de piel roja con escamas plateadas o blancas.
- Pustular: Aparecen ampollas llenas de pus, que son rodeadas de piel roja y escamada. Aparece a partir de lesiones anteriores.
El tratamiento de la psoriasis es muy importante para tener a la enfermedad controlada, ya que no existe cura. El médico puede sugerir medicamentos aplicados directamente a la lesión, vitaminas o incluso sugerir fototerapia con luz ultravioleta para mejorar la condición. Adicionalmente, hay que tener ciertos cuidados diarios para evitar los brotes como:
- Exponerse al sol con moderación.
- Mantener la piel hidratada todo el día.
- Beber mucha agua.
- Bajar niveles de estrés.
- Tomar duchas diarias y secarse sin frotar mucho la piel.
- Tomar baños de avena para aflojar las escamas.