Nuestro cuerpo, en condiciones normales, tiene microorganismos como hongos y bacterias que al convivir en un perfecto balance aportan a que nuestra salud se mantenga bien. Pero cuando hay un desbalance, estos pueden proliferar y provocar una condición llamada micosis.
En las manos, algunos factores pueden favorecer el incremento de los hongos, como:
- El exceso de sudación de las manos.
- Exponerse a humedad constante.
- Contacto directo con alguien afectado.
- Falta de higiene correcta.
- Fallas en el sistema inmune.
¿Cuáles son las señales de una infección por hongos en las manos?
- Agrietamiento de la piel, picazón, ardor, inflamación, formación de granos.
- Un cambio de color de la uña, oscureciéndola, engrosándola y haciéndola más frágil.
- Presencia de mancha marrón o negra que puede inflamarse y picar.
Para evitar el contagio de cualquier tipo de hongos, es importante que se tomen algunas precauciones:
- Secarse las manos muy bien después de lavarse.
- No compartir los sets de manicure o cortaúñas y desinfectarlos cada vez que se usen.
- Llevar las uñas cortas.
Ante los síntomas de hongos, es importante que se consulte con el médico, para evitar el contagio a otras personas y empezar con un tratamiento correcto para el tipo de hongo que afecta la zona. Si no se trata, el hongo puede permanecer por mucho tiempo, causando dolor e inflamación.