El sistema digestivo está compuesto por varios órganos como el esófago, estómago e intestinos. Cada uno tiene una función importante en nuestra salud, pero abarcan una serie de mitos que muchas veces pueden afectarnos. Es importante no dejarnos llevar por lo que la gente dice o nos recomienda y acudir al médico cuando se sienta una molestia, dolor o cambio.
- El dolor de estómago es común y se puede aliviar con agua aromática.
El dolor de estómago es una señal de que algo puede estar pasando en nuestro sistema digestivo. Si bien, el agua aromática puede aliviar momentáneamente, no es una cura y debemos consultar al médico para saber qué es lo que está provocando este síntoma, sobretodo si es frecuente.
- El dolor de estómago puede indicar intolerancia a la lactosa.
En realidad, puede ser un síntoma de intolerancia o alergia a algunos alimentos, por lo que con ayuda de un médico especialista, se puede hacer varias pruebas para identificar qué tipo de alimento es el que debemos ingerir con precaución o eliminar de la dieta.
- Los lavados de colon pueden ayudar a desintoxicar el organismo y mejorar nuestro sistema digestivo.
Esto puede ser nocivo si es muy frecuente, ya que puede eliminar la flora bacteriana natural de nuestro intestino y evitar que podamos digerir la comida normalmente. Es importante que este tipo de procedimientos se realicen solamente si es que el médico lo ha solicitado y bajo su supervisión.
- No se recomienda hacer ejercicio con el estómago lleno.
En este caso, esto es verdadero, ya que puede provocar náuseas, dificultar la digestión, producir una sensación de pesadez en la persona. Es recomendable esperar al menos una hora si la comida ha sido ligera o unas dos horas si ha sido una comida copiosa.
- Si solo comemos vegetales, estamos mejor alimentados.
En realidad, es mejor tener una alimentación balanceada, con todos los grupos alimenticios para tener un buen balance energético.
Nuestro cuerpo requiere una buena alimentación, actividad física y suficiente descanso, para funcionar correctamente. Si solo nos concentramos en uno de estos aspectos, perdemos el balance y arriesgamos nuestra salud.