Algunos eventos estresantes como los problemas financieros, muertes de familiares cercanos y otras situaciones emocionales, pueden provocar efectos negativos en la salud del corazón.
A pesar de que las medicinas y el tratamiento después de un ataque al corazón han logrado reducir el índice de mortalidad por enfermedades relacionadas, las emociones juegan un papel fundamental en la recuperación.
El estrés, ansiedad o ira, pueden activar respuestas fisiológicas como taquicardia, aumento de la rapidez en la respiración y puede provocar una arritmia cardíaca. Por otro lado, la tristeza o el dolor, bajan los niveles de serotonina, la hormona que produce bienestar y se produce adrenalina, una hormona que afecta la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y el tamaño de las arterias.
Es importante que podamos controlar las emociones para cuidar la salud del corazón y prevenir un problema de salud que nos acompañará toda la vida. Si ya has sufrido algún evento o tipo de cardiopatía, lo mejor será aprender sobre técnicas de relajación, mantener relaciones interpersonales fuertes que sean un apoyo en todo caso y arreglar problemas financieros o laborales que puedan generar preocupaciones adicionales.