La piel, el órgano externo más extenso del cuerpo humano, compuesto por más de 10 billones de células que están en una constante regeneración. Si bien se renuevan cada 28 días, no lo hacen de golpe, es un proceso que se da cada día, lo que quiere decir que, la piel está constantemente liberando células muertas, pero no tiene la capacidad de retirarlas naturalmente, así que se acumulan en la epidermis, junto a todos los elementos externos como la contaminación, el polvo y el sebo.
¿Qué pasa si NO exfolio mi piel?
La acumulación de células muertas provoca que los poros se tapen y la piel no se oxigene, además crean una barrera que le impide absorber los nutrientes necesarios para sentirse y verse bien. Tu piel se empezará a ver opaca, escamosa, deshidratada, de diferentes tonalidades y apagada.
¿Qué pasa cuando exfolio mi piel?
Básicamente, retiras todo lo que la epidermis tiene acumulada. Si hablamos de beneficios, son infinitos, pero los principales son: el tono se iguala, previene el acné, asimila mejor los productos, activa la circulación y el sistema linfático, oxigena la epidermis, promueve la producción de colágeno.
¿Cómo elegir exfoliante?
Lo recomendable es asistir a tu dermatólogo de confianza para que te evalúe y sugiera los productos específicos para tu piel, pero, algunas características que deberías tomar en cuenta son:
- Que sea hipoalergénico.
- Que tenga algún componente hidratante.
- Que no sea irritante.
- Que no sea grasoso.
¿Influye mi tipo de piel?
Claro, para piel seca, sensible y mixta, los gránulos deben ser normales o pequeños, para que no maltrate la piel. Mientras que para piel grasosa el grano debe ser más grueso, con el objetivo de que remueva no solo la grasa sino la piel muerta. Para pieles sensibles existen exfoliantes químicos suaves, que no afectan la barrera de la piel.
En conclusión: La exfoliación es vital para la salud de la piel, pero abusar de ella puede llegar a tener el efecto contrario y causar daños profundos, así que siempre será necesario asesorarse con un especialista, para que no termines afectando tu piel en búsqueda de la belleza.
Referencias:
https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=58699
Miniño, M., & Hernández-Lara, P. (2003). Exfoliación química (peelings): su utilidad en la dermatología actual. Dermatología Cosmética, Médica y Quirúrgica, 1(4), 236-246.