El término correcto para hablar sobre la piel de naranja o celulitis es dermopaniculosis vasculopática ya que esta condición afecta a la piel, el tejido que está debajo de la piel o subcutáneo y las estructuras de las venas que están en la zona. Las mujeres sufren más de este mal y aunque no representa un problema grave para la salud, sí es un problema estético ya que hace que la piel se vea gruesa, áspera y sin forma, esto por una inflamación en las células.
La celulitis está presente en el 90% de las mujeres sin importar su peso, ya que está relacionada a las hormonas como estrógenos. Aparece comunmente en piernas, glúteos, caderas, rodillas y abdomen. La principal causa de esta condición es una alteración de la circulación sanguínea que puede ser hereditaria. La piel de naranja no está relacionada necesariamente con la obesidad o el sobrepeso, ya que es una afección al tejido adiposo y está completamente localizada. Los malos hábitos alimenticios, el estrés, el sedentarismo, la ropa muy apretada y el cigarrillo pueden provocar la piel de naranja ya que impiden la correcta circulación de la sangre. Algunos fármacos también pueden afectar, como el uso de anticonceptivos o corticoides.
Existen 3 tipos de celulitis:
- Celulitis dura: Es una celulitis de grado avanzado en el que se sienten los nódulos de acumulación de grasa. La piel se vuelve dura al tacto, ocupa menos espacio y responde bien a los tratamientos.
- Celulitis blanda: Es común en personas con poco músculo. Deforma la piel y es visible sin necesidad de presionar. Está acompañada de flacidez, várices y en ocasiones hematomas. Es el tipo más frecuente.
- Celulitis esclerótica: El tejido se vuelve viscoso, tiene un alto nivel de fibrosis y es dolorosa, suele ser más común en las personas obesas.
La eliminación total de la celulitis puede requerir muchos tratamientos con diferentes enfoques y puede ser complicado. Es muy importante tratar de prevenirla tomando en cuenta algunos cambios de hábitos. Mantener una dieta baja en grasa y alta en fibra puede ayudar a evitar que siga apareciendo. Elegir alimentos diuréticos como sandía, espárragos, melón; consumir al menos dos litros de agua diariamente, hacer ejercicios como correr y focalizados como abdominales, evitar el exceso de sal y masajear la zona afectada puede ayudar. Existen otros tratamientos cosméticos, pero es importante que sean supervisados por tu médico para no tomar ningún riesgo a tu salud.