Desde el año 2004 la Organización Mundial de la Salud inició una campaña para crear conciencia sobre la cefalea ya que este, es un problema que puede afectar a la mitad de la población mundial en algún punto de su vida y generalmente es subestimado. La cefalea se caracteriza por dolores de cabeza recurrentes que pueden ir acompañados por angustia y depresión y pueden ser incapacitantes mientras duren. En la mayoría de los casos no representan una problema grave de salud, por lo que la gente no visita a un especialista para tratarlas.
Existen varios tipos de cefaleas primarias, es decir que el dolor de cabeza es el único síntoma:
Migrañas: Es más común en mujeres que en hombres, afecta comúnmente a personas entre 35 y 45 años. Se puede sentir dolor en un solo lado de la cabeza con una sensación de latido, empeora con la actividad física y puede durar horas o hasta 3 días. Puede provocar nauseas y vómito y la frecuencia varía entre una a la semana o una al año. En algunas personas, se puede presentar con sensibilidad a la luz y a los sonidos. El estrés, la menstruación, algunos alimentos o fármacos pueden desencadenarla.
Para prevenir la migraña, es importante respetar las horas de sueño y de alimentación; evitar la cafeína y el alcohol y tomarse los medicamentos recomendados por el doctor apenas haya señales de dolor.
Cefalea tensional: Es el tipo de dolor de cabeza más común. Se caracteriza por un dolor en la frente, que puede sentirse como opresión, que puede llegar a alcanzar la zona cervical, es de moderada intensidad y puede durar un día completo sin impedir que la persona haga sus actividades normales o hasta 7 días volviéndose más incapacitante. Esta cefalea puede ser episódica, es decir que esté presente menos de 15 días al mes o puede ser crónica, con más de 15 días en un mes. El estrés, la ansiedad o depresión están relacionados a este tipo de dolor. También puede haber causas genéticas o por aumento de sensibilidad en los músculos.
Cefalea en brotes: Este tipo de dolor de cabeza es menos común, afecta a 1 de cada 1000 personas adultas, pero se caracteriza por episodios frecuentes y recurrentes de corta duración pero con mucho dolor concentrado en un ojo generalmente. Este puede enrojecer, el párpado puede verse caído y lagrimear. Además se puede congestionar un lado de la nariz. Es más común en hombres que en mujeres y se presenta generalmente a la misma hora todos los días.
Cefalea por consumo excesivo de analgésicos: Debido a la facilidad de compra de analgésicos comunes, las personas que tienen dolores, pueden abusar de tomarlos provocando un efecto contrario al deseado. Es un dolor constante, opresivo y generalmente es peor al despertar en la mañana.
Los síntomas de una cefalea pueden ser el dolor localizado en una parte de la cabeza o generalizado. La intensidad puede variar entre moderada hasta severa provocando la incapacidad total de una persona obligándola a acostarse y hacer reposo. La frecuencia puede variar entre una a 5 al mes y puede durar hasta siete días. El dolor puede ser opresivo, como calambre, como latido, explosivo o sentirse como un taladro. Adicionalmente, los párpados pueden estar más cerrados, puede haber espasmos faciales, diferencia entre la dilatación de las pupilas, lagrimeos, vértigo y nauseas. Si además una persona se queja de ver manchas negras, tiene sensación de hormigueo en piernas y brazos, erupciones en la piel, mareo, fiebre y rigidez, se debe acudir al médico de manera inmediata.
Para prevenir las cefaleas es importante que la persona cambie algunas cosas de su estilo de vida. Se debe evitar el alcohol y el tabaco ya que son desencadenantes del dolor, se debe poner atención a la alimentación. Si se descubre que luego de comer chocolate, lácteos, cebollas, tomate, salchichas o jamones o alimentos fritos se produce un dolor de cabeza, se debe dejar de consumirlos. Evitar la cafeína y el consumo de energizantes. Además se debe dormir las horas necesarias y evitar las siestas o amanecerse durante el fin de semana. Se deben trabajar las horas justas y evitar la sobrecarga de trabajo. Tener los ambientes bien iluminados de manera que no hagan demasiado esfuerzo los ojos, no mirar la televisión o el celular con la luz apagada y lo principal es visitar al médico para que pueda definir un tratamiento adecuado y no tomar cualquier analgésico que pueda resultar excesivo.