La piel se vuelve seca cuando ha perdido su humedad natural y es más propensa a infecciones, a verse marchita y sin vida. Puede sentirse tirante, áspera y rugosa, además de verse opaca. En casos más extremos, puede llegar a producirse una descamación de la piel y comezón.
La piel seca puede tener origen genético, pero también existen otros factores como:
- Cambios ambientales como el frío, el viento o el sol.
- Los bronceados extremos que dan una apariencia de “cuero” a la piel.
- Las piscinas con cloro.
- La exposición constante al aire acondicionado.
- El uso de ciertos jabones que quitan la grasa natural de la piel.
- Tomar poca agua.
- Una deficiencia en vitaminas E, B y C.
- Enfermedades como la Psoriasis, diabetes, eccemas, dermatitis o un desbalance en la glándula de la tiroides.
- El consumo de cigarrillo.
- Edad avanzada.
Las manifestaciones de la resequedad de la piel son fáciles de reconocer. Las arrugas, son el primer síntoma. En pieles más adultas, la secreción de las glándulas sebáceas es más lenta, por lo que la piel empieza a formar surcos y pierde firmeza. Las primeras áreas en marcarse son las zonas alrededor de los ojos y de la boca.
La piel seca se puede inflamar y descamar, enrojecerse y causar picazón. Cuando la piel seca tiene brotes de ronchas rojas en mejillas, rodillas y codos, se puede pensar que existe eccema. El sol, viento y ciertas sustancias químicas, la pueden producir. La resequedad también puede producir grietas en pies, manos, codos y tobillos, provocando heridas dolorosas y sangrantes.
Uno de los problemas de la falta de hidratación en la piel es la aparición de estrías. Se rompen las fibras de tejido de la piel y forman una especie de cicatrices que al principio pueden ser rojas y luego con el tiempo se hacen blanquecinas. Las zonas más propensas a tener estrías son los pechos, caderas, glúteos, abdomen, brazos, tobillos y rodillas. Estas, aparecen sin dolor y sin previo aviso, por lo que para evitarlas es importante mantener bien hidratada la piel para lograr que sea flexible y se pueda estirar en casos como aumento de músculo, peso o embarazo sin que se rompa.
La mejor manera de tener el cuerpo hidratado para evitar las estrías es tomando suficiente líquido todos los días, al menos 2 litros diarios. Además se aconseja que después de la ducha y antes de dormir, se hidrate bien la piel con cremas o lociones hidratantes y humectantes. En caso de embarazo, se recomienda aplicarse cremas nutritivas en la zona del abdomen y cadera sobretodo con cremas nutritivas y masajear bien, al menso desde el segundo trimestre. Se deben consumir alimentos altos en vitaminas A, C y E y en general una dieta sana para no subir de peso súbitamente.
En los pies se producen callos cuando hay un roce o fricción constante de una parte del cuerpo. La piel se endurece y engrosa como medida de protección y puede ser de color amarillento. Es muy común que los gimnastas tengan en las manos, las personas que trabajan en jardineria o guitarristas, puedan desarrollar en los dedos. Pero los callos en los pies son más comunes en casi cualquier persona y se desarrollan en la parte del talón o justo debajo del dedo gordo del piel Si los zapatos son muy ajustados o muy altos, es posible que causen demasiada presión en tu pie y provoque dolor. Al usar el mismo tipo de zapatos muy frecuentemente, el callo crece y es hace cada vez más duro y difícil de eliminar.
La piel de los callos puede ser seca y escamosa, ser muy gruesa y hasta pueden causar dolor y sangrado. Para evitarlos, hay que mantener la piel limpia, hidratada y seguir el tratamiento indicado para que el callo desaparezca, además de tratarlo lo antes posible con tu médico para evitar llegar a extremos muy dolorosos.