Una dieta saludable no solo nos permite controlar el peso, si no también nos asegura que estemos obteniendo todos los nutrientes que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione bien. Muchas enfermedades pueden prevenirse o mejorar comiendo los alimentos correctos de acuerdo a nuestro gasto de calorías diario y así mantener un balance para que nuestra calidad de vida sea la mejor.
Si bien cada dieta debe ser personalizada, existen algunas pautas generales que te ayudarán a estar más consciente de tu alimentación. Aquí te dejamos algunos consejos:
- Elige alimentos frescos y sin procesar.
- Evita las grasas saturadas y las harinas refinadas, como el pan blanco.
- Planifica tus comidas para toda la semana, para que no tengas que improvisar y comer ¨cualquier cosa¨.
- Come despacio y 5 veces al día en porciones pequeñas.
- La fruta debe ser fresca, no debes consumir jugos envasados ni añadir azúcar.
- Toma suficiente líquido durante el día.
- Los carbohidratos no son malos, elige siempre su variación integral y en porciones adecuadas.
- Los lácteos son muy buenos, es importante elegir los que son bajos en grasa.
- Los frutos secos son excelentes para consumirlos como snack. Mide tus porciones.
- Nunca te saltes el desayuno. Es importante cargarse de energía para todo el día.
- No dejes pasar más de 3 a 4 horas entre cada comida, para mantener tu metabolismo activo.
- Reduce el consumo de sal, sobre todo si tienes problemas de hipertensión arterial.
- No confíes en dietas o pastillas mágicas, no sabes el efecto que pueden provocar en tu salud.
Por otro lado, es importante que no consumas demasiadas calorías después de las 6 de la tarde. Aunque no te hagan subir de peso, estas pueden aumentar el nivel de azúcar en la sangre o la presión arterial y poner en riesgo a tu corazón.
¡Comienza a tener un nuevo estilo de vida!